UNIVERSIDAD DE PANAMÁ
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
ESCUELA DE DIVERSIFICADA MEDIA
INTEGRANTES DEL GRUPO N° 4
DORALIS CAMPOS
MARINA NAVARRO
MIRIAM LUZCANDO
1- Qué vamos a descubrir:
• Cuando falla el organigrama
• Cuando el director no es titular del centro
• Cuando el director es Lesseferista
• Cuando el director es autocrático
• Cuando el director es democrático.
Qué vamos a Descubrir?
- Cuando falla el
Organigrama.
En toda
institución se cuenta con una estructura que refleja los diferentes niveles de
autoridad y funcionalidad, que le corresponden a los diferentes cargos que la
integran como unidad administrativa.
De esta manera,
puede determinarse el modelo de funcionamiento de la empresa dada y las
actividades específicas que le competen.
Se pueden apreciar las metas propuestas y los métodos utilizados para
alcanzar estos objetivos.
El Organigrama
representa un instrumento aprovechado por la ciencia administrativa para
realizar análisis teóricas y programar acciones prácticas.
Puede pasar,
cuando en ocasiones la estructura de la organización no está definida con
claridad y el personal asignado a determinadas posiciones no es el más apto
para desarrollar las funciones o tienen claras ventajas sobre el resto del
personal, inclusive personas con posiciones de mayor responsabilidad o jefes
directos.
Otro desbalance estructural
se encuentra cuando existen posiciones sobre todo de jefaturas que no son
llenadas o ocupadas por personas capacitadas y, por tanto, no hay quien tome
las decisiones pertinentes a esa posición o las mismas recaen sobre la posición
de arriba o abajo, lo que hace que esta persona tenga duplicidad de funciones y
no pueda cumplir a cabalidad con todo el trabajo que recae sobre él.
Según Henri Farol,
un Organigrama constituye: “Una carta de organización, es un cuadro
sintético que indica los aspectos importantes de una estructura de organización
incluyendo las principales funciones y sus relaciones, los canales de
supervisión y la autoridad relativa de cada empleado encargado de su función
respectiva.”
Pensar que el
Organigrama puede fallar, supone un peligro grave para la estructura de toda la
organización ya que se afectarían de manera directa todas las funciones
relacionadas con las diferentes unidades operativas. Se desajustaría la interacción entre los
diferentes niveles de mando y se perdería la conexión de comunicación en todos
los sentidos a lo largo y ancho de la institución.
Aunque pueden
causar mucho daño dentro de la institución, estos problemas son de fácil
solución teniendo en cuanta que lo primero que se debe hacer es reconocer que
existe un problema y localizarlo.
En ocasiones es difícil
para los Directores darse cuenta de estos percances, sobre todo porque pudieron
ser causados por ellos mismos, pero el aceptar la responsabilidad de los mismos
es de vital importancia además de tratarlos como lo que son, asuntos
prioritarios de los cuales depende el desarrollo y crecimiento de la empresa.
Se produciría un
gran daño en el proceso de supervisión entre los diferentes estratos
jerárquicos. No habría forma de ejercer
la autoridad de una manera eficiente.
Cuando se pierde la facultad de coordinación desaparecen los
lineamientos de la política de trabajo establecida y por ende la efectividad
del sistema administrativo y de archivo.
Podemos concluir
que si el Organigrama falla, entonces todo el proceso educativo y la
institución enfrentarían serias dificultades.
Algunas de las
fallas estructurales del Organigrama son:
- Fallas de control interno.
- Duplicación de funciones.
- Departa mentalización inadecuada.
- Funciones importantes que se han descuidado.
- Falta de unidad de mando.
- Falta de claridad respecto del tipo de autoridad que se le asigna a un cargo.
- Desequilibrios en la estructura, enorme amplitud del control.
- No se coordinan la aplicación, operación y evaluación del plan dedesarrollo institucional.
- No desarrollar todas aquellas funciones inherentes al área que le corresponde.

- Cuando el Director no es titular del Centro.
La situación
administrativa ideal para la administración de un centro escolar es que su
Director(a) ostente los derechos titulares del cargo. Estos le son conferidos a través del Decreto
que legaliza formalmente su designación, tras haber resultado seleccionado(a)
en un concurso de méritos profesionales, y haber demostrado que posee los
conocimientos pertinentes.
Cuando el (la)
Director(a) es el (la) titular del Centro, se le reconoce la responsabilidad
legal de las acciones que asuma en los siguientes aspectos:
Con bastante frecuencia, en
función del Resuelto 257 de 24 de febrero de 1979, quien ejerce el cargo de Director(a) del
centro educativo no ostenta las credenciales que lo (la) acrediten como el (la)
Director(a) Titular. Bajo esta
circunstancia la ejecución administrativa de este(a) Director(a), se encontrará
bastante limitada.
Para empezar, siempre
encontrará resistencia a la total aceptación de su autoridad ya que el grupo de
docentes y estudiantes continuamente estará exigiendo la presencia de un(a)
Director(a) debidamente titulado. Las
mismas autoridades del MEDUCA, van a restringir el monto de la disponibilidad y
ejecución de los fondos del colegio.
Puede darse el hecho de que
manifieste incapacidad profesional, ya sea porque no sabe o no puede asumir
decisiones y ejecutarlas. En estos casos,
se cuestionará la validez de su firma en la tramitación de documentos
académicos y administrativos de importancia.
- Cuando el Director es Laissez-Faire. (Dejar Hacer).
Este es el modelo menos
deseable de un (a) Director al frente de una institución educativa. Sus actuaciones se caracterizan por el poco
control administrativo que se ejerce al personal a su cargo. Esto genera poca motivación en el nivel de
trabajo tanto individual como colectivo.
El Director lesseferista es
un líder permisivo, conocido porque “deja hacer”. Este Director se destaca porque deja hacer y
cualquier miembro del equipo puede decidir, lo cual se convierte en un gran
peligro para la vida del centro educativo, pues las decisiones vienen de un
lado o de otro, sin saber quien tienen la forma correcta o más indicada de
proceder y, ordinariamente se pierde el sentido de la visión y de la misión de
la institución. Este tipo de Director
inevitablemente llevaría al centro educativo hacia el fracaso
Ocasionalmente, este tipo de
Director(a) es menos ineficiente cuando el grupo es maduro y actúa con
responsabilidad. El daño administrativo
que puede ocasionar este tipo de Director(a), se puede atenuar si el (la)
mismo(a) desarrolla características de un(a) Director(a) Profesional. En este
caso no se requiere ser un especialista experto en el cargo en el cual se
desempeña. Lo que se requiere es que
posea un amplio conocimiento general que le permita entender el proceso
administrativo general que conozca el medio en que se desenvuelve y cuente con
la facilidad para comprender la problemática de la institución.
El Director del centro
educativo, como líder de la organización, le corresponde el importante rol
de”guiar y controlar” los proceso evaluativos que se siguen en la institución y
como hemos expuesto anteriormente esta es una actitud totalmente contraria en
el líder lesseferista. Las múltiples
funciones le exigen al Director ser un líder facilitador de la excelencia en su
centro educativo. El líder lesseferista
ejerce poco control sobre los miembros del equipo.
- Cuando el Director es Autocrático.
Este tipo de Director(a) se
caracteriza por la tendencia a imponer su criterio y esperar que todos le
obedezcan. No tiene consideración por sus subordinados. Controlan los equipos
de trabajo mediante la coerción el uso de la influencia y el abuso de
poder. Generalmente el grupo desarrolla
una resistencia pasiva ante estos Directores.

Los subordinados fuertes y
competentes pueden irritarse debido a los límites a la libertad de toma de
decisiones, y la rotación entre los mejores subordinados será mayor.
El dirigente autocrático es
afable y extremadamente eficiente. Puede
interesarse por la participación de los miembros del grupo, sostener
discusiones y a menudo dejar que la gente discuta mucho. Acepta la responsabilidad de iniciar las
cosas, continuarlas y concluirlas. El
dirigente, en este caso, acepta la total responsabilidad del conjunto. El dice”yo manejo el garrote”. Esto significa que es generalmente una
persona insegura, más bien alejada de la gente, que puede hallar compensación
por su falta de compañerismo real manejando a la gente y reforzando su yo por
medio de una fría demostración de fuerza y eficiencia.
Hay dos tipos de líderes
autocráticos:
-
Un autócrata toma las decisiones unilateralmente y
supervisa estrechamente a sus subordinados.
-
Un autócrata permisivo toma decisiones de manera
unilateral, sino que da libertad a los subordinados en la realización de sus
obras.
- Cuando el Director es Democrático.
Se considera el mejor estilo
para dirigir un centro educativo. Se
caracteriza por depositar en el grupo la responsabilidad de tomar decisiones
por mayoría o consenso. Sus acciones implican:
- Permitir la
discusión de todos los temas.
- Actúa como
consejero, sin imponer su criterio.
- Respeto hacia la
integración de los grupos de trabajo.
- Al elogiar o
criticar se mantiene en una posición objetiva y justa.
- Brinda todo su
apoyo al trabajo grupal.
En una democracia estilo, el
gerente permite a los empleados participar en la toma de decisiones, por lo
tanto, todo lo que se acuerde será por la mayoría. La comunicación es muy amplia en ambas
direcciones. Este estilo puede ser
particularmente útil cuando las decisiones son complejas.
Un dirigente democrático se
interesa en el desarrollo del grupo y de cada miembro en particular, más bien
que en su propio estado legal y autoridad.
Tal actitud transforma el “clima” del grupo haciéndolo menos propenso a
la hostilidad, al formalismo y a la crítica.
Porque el dirigente democrático se considera un compañero de los demás
en el aprendizaje y porque siente un profundo respeto por el valor personal y
la integridad de cada miembro del grupo.
El clima resultante acaba por ser mucho más interesante por la simpatía
y la libertad existente, que aquel donde opera un dirigente autoritario. Cada miembro del grupo se concentra menos en
sí mismo y se vuelve más consciente de los intereses de los demás.
OK, estan listas, nos vemos mañana
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